El
feminismo como lucha social nace de un conjunto
de ideologías y movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de derechos entre varones y mujeres.
La primera ola feminista nace con el ilustrísmo en pleno
siglo XVIII, en se exige la “vindicación de los derechos de la mujer”, en esta
ola se propugna la instrucción educativa, el moderado ejercicio del derecho al
voto, reforma de la familia y protección a la mujer. Estas quejas y
vindicaciones no fueron escuchadas.
La
segunda ola feminista que surge en el siglo XIX, tiene como objetivos:
1.
Cuestionar la dominación y opresión del género masculino en
la sociedad, que sometía a la mujer en su vida social.
2.
Reasignar los roles sociales de género para llevarlos a un
plano de igualdad.
En el siglo XIX comienza una lucha organizada y colectiva
para dar paso al el más importante hecho social de reivindicación social de la
mujer, es decir “el voto femenino”, a esto le ha seguido la igualdad ante la
ley, derechos educativos, derechos reproductivos (métodos anticonceptivos),
entre muchos otros.
La
tercera ola del feminismo en su lucha de igualdad social y reconocimiento de la mujer
ha tenido su apogeo a mediados del siglo XX, en esta tercera ola se ha buscado
la reasignación de roles sociales tradicionales para la mujer, no ha sido suficiente
para el movimiento feminista “la igualdad ante la ley”, sino que busca sepultar
los roles de género conocidos y dar libertad sexual a la mujer, en este sentido
la libertad de escoger ser reproductiva, poder abortar al producto de su
dominación (sus propios hijos) y la libertad de escoger su rol de género es
decir que se busca que la mujer tenga la opción de escoger un rol masculino o
mejor dicho, que tales roles masculinos y femeninos, desaparezcan, por lo tanto
la conducta humana la proclaman como roles asexuados y desvinculados del sexo
biológico.
El movimiento feminista del siglo XXI ha ido de la mano con
el movimiento homosexual, en este sentido, han buscado socavar la identidad
sexual circunscrita al sexo biológico, las ideólogas del feminismo del siglo
XXI, declaran abiertamente que: “La conducta sexual u orientación sexual es
producto de la socialización”. Han confluido en este punto por intereses
similares en la que buscan reivindicar sus luchas personales de identidad sexual
en políticas de Estado y educativas. Estas ya se han aplicado en los lugares
donde el matrimonio homosexual ha sido legalizado, so pretexto que no se debe
discriminar sino incluir a los niños que pudieran tener una orientación
distinta a los heterosexuales y avalando conductas de aceptación a los nuevos
matrimonios igualitarios, les dicen a los niños de Europa y en Estados Unidos,
que pueden elegir su sexualidad y su expresión sexual sin importar su
sexo-biológico.
Lo que declaran los
nuevos ideólogos del género:
"Sí yo a un individuo - persona al margen de sus genitales (pene o vagina)
lo socializo (criar - educar) con comportamientos señalados o considerados por
la sociedad como masculinos y femeninos, esta persona actuará de acuerdo a los
comportamientos que yo le indico, al margen de genética, cromosomas, etc. Es
decir la conducta es cultural".
Que niegan en su
postulado la complementariedad de la creación del hombre y la mujer, niegan
que la conducta sexual se debe a estímulos somatosensoriales y que estos lleven
a respuestas cerebrales para la conducta diferenciada en el género, no
consideran la construcción cerebral de los sexos varón y mujer, distintos, que le
permiten realizar eficazmente distintas tareas. No han considerado que
incluso las diferencias de un embrión en formación de hombre y mujer son
distintos desde la condición de mórula, ya que la metilación del ADN es
distinta en ambos sexos desde los primeros instantes de la concepción, que los
baños de hormonas son distintos en ambos sexos en el embarazo y en el
desarrollo del individuo a lo largo de su vida. Todo esto los llevan a
comportamientos distintos, comportamientos de género: femenino y masculino.
Además la ciencia
misma deja claro que los seres más especializados (con diferenciación celular
especializada), son sexuados (orgánicamente distintos desde su ADN hasta sus
órganos sexuales y no sexuales), es decir: macho y hembra, estos cumplen
distintos roles de reproducción y en la adaptabilidad al ambiente, que los
posicionan por encima de la cadena alimenticia y les provee roles sociales.
La tercera ola que
confluye con intereses de la comunidad LGTBII, la he denominado “La nueva
ideología de género”, la cuál busca socavar la sexualidad desde un punto de vista
biológico. “La nueva ideología de género” desde su autoritarismo ideológico
aplicada desde la escuela traerá inevitablemente una confusión sobre la
sexualidad y la reproducción sexual a las presentes y futuras generaciones, si
existieran resultados contrarios se discriminará a quién no se amolde a sus
supuestos teóricos.
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