martes, 11 de agosto de 2015

Las olas feministas y la reasignación de los roles sociales de género en el siglo XXI



El feminismo como lucha social nace de un conjunto de ideologías y movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de derechos entre varones y mujeres. 

La primera ola feminista nace con el ilustrísmo en pleno siglo XVIII, en se exige la “vindicación de los derechos de la mujer”, en esta ola se propugna la instrucción educativa, el moderado ejercicio del derecho al voto, reforma de la familia y protección a la mujer. Estas quejas y vindicaciones no fueron escuchadas.

La segunda ola feminista que surge en el siglo XIX, tiene como objetivos:
1.    Cuestionar la dominación y opresión del género masculino en la sociedad, que sometía a la mujer en su vida social.
2.    Reasignar los roles sociales de género para llevarlos a un plano de igualdad.

En el siglo XIX comienza una lucha organizada y colectiva para dar paso al el más importante hecho social de reivindicación social de la mujer, es decir “el voto femenino”, a esto le ha seguido la igualdad ante la ley, derechos educativos, derechos reproductivos (métodos anticonceptivos), entre muchos otros.

La tercera ola del feminismo en su lucha de igualdad social y reconocimiento de la mujer ha tenido su apogeo a mediados del siglo XX, en esta tercera ola se ha buscado la reasignación de roles sociales tradicionales para la mujer, no ha sido suficiente para el movimiento feminista “la igualdad ante la ley”, sino que busca sepultar los roles de género conocidos y dar libertad sexual a la mujer, en este sentido la libertad de escoger ser reproductiva, poder abortar al producto de su dominación (sus propios hijos) y la libertad de escoger su rol de género es decir que se busca que la mujer tenga la opción de escoger un rol masculino o mejor dicho, que tales roles masculinos y femeninos, desaparezcan, por lo tanto la conducta humana la proclaman como roles asexuados y desvinculados del sexo biológico.

El movimiento feminista del siglo XXI ha ido de la mano con el movimiento homosexual, en este sentido, han buscado socavar la identidad sexual circunscrita al sexo biológico, las ideólogas del feminismo del siglo XXI, declaran abiertamente que: “La conducta sexual u orientación sexual es producto de la socialización”. Han confluido en este punto por intereses similares en la que buscan reivindicar sus luchas personales de identidad sexual en políticas de Estado y educativas. Estas ya se han aplicado en los lugares donde el matrimonio homosexual ha sido legalizado, so pretexto que no se debe discriminar sino incluir a los niños que pudieran tener una orientación distinta a los heterosexuales y avalando conductas de aceptación a los nuevos matrimonios igualitarios, les dicen a los niños de Europa y en Estados Unidos, que pueden elegir su sexualidad y su expresión sexual sin importar su sexo-biológico.

Lo que declaran los nuevos ideólogos del género: "Sí yo a un individuo - persona al margen de sus genitales (pene o vagina) lo socializo (criar - educar) con comportamientos señalados o considerados por la sociedad como masculinos y femeninos, esta persona actuará de acuerdo a los comportamientos que yo le indico, al margen de genética, cromosomas, etc. Es decir la conducta es cultural". 

Que niegan en su postulado la complementariedad de la creación del hombre y la mujer, niegan que la conducta sexual se debe a estímulos somatosensoriales y que estos lleven a respuestas cerebrales para la conducta diferenciada en el género, no consideran la construcción cerebral de los sexos varón y mujer, distintos, que le permiten realizar eficazmente distintas tareas. No han considerado que incluso las diferencias de un embrión en formación de hombre y mujer son distintos desde la condición de mórula, ya que la metilación del ADN es distinta en ambos sexos desde los primeros instantes de la concepción, que los baños de hormonas son distintos en ambos sexos en el embarazo y en el desarrollo del individuo a lo largo de su vida. Todo esto los llevan a comportamientos distintos, comportamientos de género: femenino y masculino. 

Además la ciencia misma deja claro que los seres más especializados (con diferenciación celular especializada), son sexuados (orgánicamente distintos desde su ADN hasta sus órganos sexuales y no sexuales), es decir: macho y hembra, estos cumplen distintos roles de reproducción y en la adaptabilidad al ambiente, que los posicionan por encima de la cadena alimenticia y les provee roles sociales.

La tercera ola que confluye con intereses de la comunidad LGTBII, la he denominado “La nueva ideología de género”, la cuál busca socavar la sexualidad desde un punto de vista biológico. “La nueva ideología de género” desde su autoritarismo ideológico aplicada desde la escuela traerá inevitablemente una confusión sobre la sexualidad y la reproducción sexual a las presentes y futuras generaciones, si existieran resultados contrarios se discriminará a quién no se amolde a sus supuestos teóricos.



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